Claro que estaba asustado el animal, también podría percibir el peligro, mi tío no sabía cómo reaccionar, la viuda se le seguía acercando llamando como si fuera su esposo, le rogaba que no se fuera, que lo extrañaba, el tío Juan intentaba hacer que el caballo se moviera pero estaba tan acobardado que no se atrevía a seguir, la viuda le seguía implorando, mi tío no sabia qué hacer puesto que huir no sería una solución inteligente, considerando que esta entidad se le había adelantado, Así que tomó coraje y bajó del caballo, la viuda estaba a nada de él, dijo que pudo ver sus manos esqueléticas literalmente eran de hueso, desde ella emanaba cierto aire fresco pero con olor a podrido... mi amor No huyas dijo la viuda negra...
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