¿Qué decir sobre esta novela?
No es la
primera que empecé, tampoco la última. No es la más larga, tampoco la más
corta. Pero si tiene algo especial. Todas las historias que he comenzado
(aunque no todas terminado) tienen su esencia, su pequeño sabor y especialidad.
Pero esta se podría decir que es mi obra favorita, tanto en su trama como en su
originalidad, y por sobre todo en lo que disfruté en hacerla. “Ya lo sé”; que
el autor diga que su propia obra es buena no da credibilidad de ello, pero le
tengo un cariño especial porque su construcción fue mágica.
Hace siete
años aproximadamente comencé a escribir, técnicamente a intentarlo en su
momento. Mi primera historia no tenía título, se lo puse dos años después "Jugando con la realidad" y simplemente constaba de 13 capítulos. Ya antes de
acabarla mi cerebro maquinaba otras ideas, y cuando finalicé (momentáneamente)
empecé a escribir mi segunda historia, “Los hijos de la oscuridad”. Todo era en
ese momento simplemente hojas de Word, aprendiendo y descubriendo detalles en
una herramienta que tiene más cosas de lo que parece. No publicaba nada, estaba
ajeno a los grupos literarios de Facebook, y mucho menos mostrarme en redes.
Así pasó el tiempo sumergido en horas y horas de escritura (en una ocasión
llegué a estar 14 horas seguidas escribiendo). En aquella época tenía dos horas
de viaje a mi trabajo para ir y otras dos para volver, y son aquellas horas de
mate y mate a las que tengo que agradecer, porque fueron las impulsadoras de todo esto.
Se preguntarán,
¿en que se relaciona todo lo que les he contado con 30 de Febrero? No se pongan
ansiosos, ya llegaré. Cuando “terminé”, como pensé que lo había hecho en ese
momento con la obra “Los hijos de la oscuridad” haciendo simplemente memoria de
mi primera novela cuya historia amé y hasta hoy no terminé, replantee
continuarla. Simplemente me enamoré de los personajes, y me dejaron un cierto
apetito de explotar más sus cualidades dado que sus peculiaridades merecían más
momentos que contar. Así, como un saltamontes iba de novela en novela
continuando cada una. Jugando con la realidad pasó a tener 23 capítulos (en ese
momento) y volví con Los hijos de la oscuridad que también me dejó con esa
sensación, pero en este caso fue distinto. Lo que sucedió con esta última obra
es que cuando la finalicé me di cuenta que juzgando su propia naturaleza dejé
algo abierto en el final, y no me había dado cuenta. Decidí que había que
cerrarlo, la obra se estiró y hasta ahora no la terminé. Buscando crear un
personaje para esta novela elaboré a un asesino llamado Velion, alguien sádico
y sin piedad. Pero este aspecto si bien lo usé en un personaje dentro de la
historia me forzó a crear otra novela distinta a la que llamé “Cuando la muerte
te seduce”. Un policial paranormal de suspenso lleno de sangre y bandos
cruzados, cuyo antagonista me terminó convenciendo más que el protagonista, y
comenzó el debate. ¿Hago una novela larga o una trilogía? Porque al culminar la
historia sentí que todas esas cosas que se contaron en pasado merecían un desarrollo mejor, su continuación era una regresión al pasado, donde el antagonista se
convierte en protagonista y por lógica, termina en la continuación al principio
de la primera parte. Resultó que no terminé la segunda parte y ya tenía un
esquema de la tercera. Repasando; para ese momento en Jugando con la realidad
llegaba ya al capítulo 60, Los hijos de la oscuridad recibieron retoques, jamás
la terminé, y lo mismo con Cuando la muerte te seduce, cuya historia no cumplía
a mí entender una extensión suficiente para ser una trilogía. En todo ese manojo
de páginas y páginas y personajes detallados y circunstancias, ya no recuerdo el
orden, sé que escribí Eterno, amor verdadero, una historia romántica de
vampiros y brujas a la cual me sucedió lo mismo. La finalicé, cree una segunda
parte sin terminar, y allí me quedé hasta el día de hoy. Luego llegó mi
preciado nene perfecto, 30 de Febrero (viajes en el tiempo).
De una simple
idea de una circunstancia en un bucle temporal surgió un demonio al que domé.
30 de Febrero es una novela de viajes en el tiempo llena de suspenso y
misterio, la cual matemáticamente fue muy complicada de construir, y no exagero.
Aun así, por todos los viajes en el tiempo que se presentan, y una única línea
de tiempo inalterable, donde la página 2 se conecta con la 10 y la 16, y la página
30 con la 33 y la 46, hice la mitad de la historia en una semana. Tan simple y
eficaz. Cerca de 16 mil palabras fueron escritas en siete días. Me tomé una
semana sin escribir donde simplemente trabajaba mi cerebro, tenía que hilar
muchos cabos sueltos que me dejé a mí mismo. En la tercera semana terminé otras
17 mil palabras y la obra estaba finalizada. Luego fue una semana de revisión
meticulosa, que quien haya leído la historia sabrá que es una tela de araña. En
esa semana solo controlé fechas números y cálculos, corregí errores
argumentales, alguna que otra falta, y salió. En ese momento llevaba dos años
escribiendo, y la obra que abrí y cerré fue esa, en un mes. Luego de eso
escribí "El ojo de la justicia", historia que también amé, pero la guardé en el
cajón, pasado el tiempo uno aprende cosas nuevas y la historia me empezó a
hacer ruido en ciertos aspectos. Así que estará durmiendo un tiempo más.
También escribí un cuento que empezó como un relato en forma de broma de mi
trabajo, realice dos relatos más y los junté. Cómo una broma que comenzó de
manera inocente terminó en un lindo cuento, donde en la portada aparece una
vieja amiga. La historia es La melodía de a venganza.
Cuando la
muerte te seduce y El ojo de la justicia estuvieron a la venta, pero
fueron retiradas. No recibí quejas porque sus ventas fueron mínimas, pero ya
les expliqué el motivo. Entre todo este proceso, Jugando con la realidad llegó
al capítulo 100, y aun no la he terminado. Así es la explicación de lo especial
que es 30 de febrero para mí, algo que nació y floreció en muy poco tiempo, y
dar sello a un libro de terminado es una sensación muy reconfortante.
También
surgieron más historias sin terminar que quedaron a mitad de proceso ¿Algunos
de ustedes tienen historias a medias en el cajón?
Jugando con
la realidad
El exorcista
Dejavú
El asesino de
las novias
Los hijos de
la oscuridad
Eterno, amor
verdadero (sin confirmar si será su título)
Almas en
guerra (es mejor dicho un fan fic)
Fantasy World
Soy un
personaje de ficción
La melodía
fantasmal (sin confirmar el título)
Cuando la
muerte te seduce (reedición)
El ojo de la
justicia (reedición)