evd

Reseña a En la tercera habitación de Vecca Preetz


Quedé traumado (en el buen sentido de la expresión) acabo de leer una novela de suspenso que me ha movido los pelos.


Adquiere el libro en la imagen
En la tercera habitación es una novela de suspenso psicológico ambientada en Salta, Argentina, de donde procede nuestra autora. Cuya trama se desarrolla entorno al asesinato de Blas Roth, cuyo hallazgo procede de su propia hija de diez años. La niña desarrolla mutismo debido al trauma, y una extensa investigación policial mantiene expectante a los vecinos, puesto que Villa San Lorenzo es un lugar donde todos se conocen y no están preparados para eventos de tal índole. Toda la Villa camina con el miedo por la posibilidad de toparse con el asesino.

Sobre la trama, hay un fino trabajo elaborado, nuestra autora Vecca Preetz supo mantenerme enganchado. Se puede apreciar una fina construcción de personajes donde los irás conociendo en cada página. Llegado un momento de la historia pareciera que la verdad ya salió a la luz. Aun así, una serie de datos y verdades comienzan a salir uno tras otro dejando una sensación de impacto, que por lo menos a mí me generó la necesidad de hablarlo con alguien. Las historias personales y la evolución de los personajes están muy elaboradas y mezcladas, en ningún momento se produce algún fallo argumental, todas las piezas del rompecabezas encajan a la perfección, que es algo que en este tipo de obras cuesta hilar, y es necesario dejarlo en claro. Encontré algo curioso en el final, las últimas páginas son una hemorragia de emociones disparando, no terminas de asimilar una sorpresa y llega otra. Sobre todo, que al culminar de leer la historia, todas las páginas leídas me vinieron a la mente.

Vecca Preetz es argentina, nacida en Salta en enero de 1970. En 1990 comienza su desempeño en el área de Diseño de Interiores y se muda a la Capital Federal donde reside hasta 2011. Tras un feroz asalto, decide regresar a su provincia.
Su amor por las letras la llevó a impulsar su carrera de escritora. Escribe desde los catorce años, tiene una gran producción de poemas, cuentos y microcuentos inéditos. Dedicó horas a perfeccionarse en talleres literarios con Eduardo Ceballos,en Salta; Juan González en Tucumán y Cesar Mellis en Buenos Aires, para luego transferir su amor y formación a talleres de escritura dictados a niños y adolescentes.
Forma parte del grupo Escritores del Valle del Sianca, de la Sociedad Argentina de Escritores, filial Salta y obtuvo menciones honoríficas por su aporte cultural en su ciudad natal.
Dentro de sus pasiones se encuentra el reciclado artístico, la grafología pericial, en la cual tiene una tecnicatura, y el scrapbooking.
Su primer novela Siete espejos ha tenido una gran influencia en su entorno inspirando a varios jóvenes a escribir sus primeras palabras.
En la tercera habitación , su segunda novela. Un thriller policial y psicológico que mantiene al lector en vilo hasta llegar a un desenlace totalmente inesperado.


Puedes encontrar a Vecca Preetz en sus redes sociales





¿Por qué necesitas lectores 0?


Por definición, “Lector 0” es aquel lector que lee una obra antes de ser publicada. Pero, ¿qué tan importante es un lector 0? Mucho, así de simple, y voy a explicarte por qué.



La perspectiva y el lector cero: claves para fortalecer tu obra

Una de las cosas que debemos tener claras al escribir es la perspectiva. No es lo mismo lo que el autor visualiza en su mente que lo que el lector interpreta del otro lado. Casi siempre, cuando escribimos (y me incluyo), vemos una escena, un personaje, un conflicto, una ciudad o un bar como si estuviéramos mirando una película. En nuestra cabeza, esos elementos ya tienen rasgos, atmósferas y detalles que, muchas veces, no llegamos a contar ni a demostrar en el texto, porque fueron imágenes que el cerebro creó de forma automática.

Ahí aparece una de las mayores dificultades del oficio: trasladar esa imagen mental al lector. Verificar si el mensaje llega como queremos parece una obligación del escritor, pero no siempre es sencillo. No es casual que muchos autores prestigiosos, incluso aquellos que publican con grandes editoriales, reciban devoluciones y recomendaciones de agentes, editores y lectores profesionales antes de que la obra vea la luz.

El autor independiente, en cambio, rara vez cuenta con ese respaldo. Por eso enfatizo tanto la necesidad de contar con lo que llamo “lectores cero”.


El problema del misterio: lo que tú sabes, el lector no

La cuestión de la perspectiva se vuelve todavía más delicada cuando hablamos de tramas de suspenso o psicológicas. Cuando dejamos datos, pistas y detalles para generar misterio, quien crea la historia sabe perfectamente lo que está haciendo (o, al menos, casi siempre; a veces también se escribe sobre la marcha).

Pensemos en un ejemplo clásico: quieres escribir una novela donde hay un asesino y nadie sabe quién es. Desde el inicio, tú decides que el asesino será el hermano del protagonista. A partir de ahí desarrollas la historia, posicionas a los personajes, creas rasgos y acontecimientos que al principio no resultan claros, pero que hacia el final empiezan a cobrar sentido.

Tú sabes quién es el asesino porque tú creas la historia. Pero ¿el lector lo ve igual?

No lo sabes. No estás dentro de su mente ni sabes cómo visualiza a tus personajes. Tal vez fuiste demasiado evidente y el lector descubre el misterio desde las primeras páginas. O quizá intentaste ser tan críptico que la historia se llenó de ruido y humo, y al final nada se entiende.

Ahí es donde el lector cero —aficionado o profesional— se vuelve fundamental. Su devolución te dará una noción real de:

  • Qué funciona.

  • Qué no.

  • Qué confunde.

  • Qué está mal planteado.

Insisto: el lector cero es necesario.


No todos los lectores cero leen igual

También es importante entender que no todos los lectores cero son iguales. No lee de la misma manera un periodista que un médico. No porque uno lea más que otro —un médico puede haber leído cientos de libros durante su carrera—, sino porque la forma de lectura es distinta.

Influye la profesión, la personalidad y, sobre todo, el tipo de lecturas habituales. No es recomendable que tu novela de misterio la lea alguien que consume casi exclusivamente romance o erotismo. Del mismo modo, una ficción histórica difícilmente reciba la mejor devolución de un lector que solo lee ciencia ficción dura.

Un lector puede disfrutar de muchos géneros, claro, pero procura que tu lector cero sea lector del género que tú estás escribiendo. Eso marcará una diferencia enorme en la calidad de la devolución.


Conocimiento, técnica y verosimilitud

Otro punto fundamental tiene que ver con las técnicas, verdades y conocimientos. No hablo de narrar en primera, segunda o tercera persona, sino de los temas concretos en los que te adentras: procedimientos policiales, operaciones quirúrgicas, leyes, oficios, ciudades o países.

No todos somos médicos, abogados, policías o cocineros. Tampoco hemos viajado por todo el mundo. Muchas veces nos basamos en búsquedas rápidas, referencias ajenas o en lo que “creemos” que es correcto. Sin embargo, esos detalles técnicos son los que sostienen la verosimilitud de una obra.

Un error en este punto puede hacer que alguien con más conocimiento sobre el tema tire abajo toda tu historia.

Puedo darte un ejemplo personal. En una obra describí que un personaje tenía 24 horas para llegar desde México hasta el puente Golden Gate, en San Francisco. Al principio lo dejé así, pero luego decidí cuestionarlo: ¿realmente existe algún punto de México desde el cual eso sea posible?

Al investigar recorridos y mapas, descubrí que desde Chihuahua —una de las zonas más cercanas a Estados Unidos— hasta el Golden Gate se tarda aproximadamente 23 horas en auto. Era verosímil, pero estuve a nada de cometer un error grave. Eso me obligó a ubicar al personaje en una zona específica, cuando inicialmente solo había dicho que estaba en México.

Quizás pienses: “¿Es tan importante? ¿Quién lo va a notar?”. Imagina que un lector curioso lo googlea y descubre que no es cierto. Pierdes credibilidad.

Aunque la historia trate sobre dioses de la muerte o elementos fantásticos, si usas países reales y no creas tu propio universo, los datos deben ser correctos. Estos errores se nos escapan, y justamente ahí el lector cero puede señalarlos antes de la publicación.


Cómo recibir una crítica (y sobrevivir al intento)

Como mencioné en otra entrada sobre reseñas, es importante que tu lector cero te ofrezca una crítica real, no un simple “me gustó” o “está buena”. De eso ya he hablado antes, pero vale reforzarlo.

Tan importante como recibir la crítica es saber escucharla. No te cierres ni intentes justificar cada decisión: por qué un personaje es antipático, por qué alguien se enamora, por qué algo ocurre de determinada forma. No le expliques la obra al lector cero: recibe su devolución.

Eso no significa que debas cambiar radicalmente tu historia porque una persona diga “este personaje no me gusta”. Por eso recomiendo tener al menos tres o cuatro lectores cero. No es fácil conseguirlos cuando uno empieza como autor independiente, pero es fundamental.

Toma nota, compara opiniones y detecta patrones. Muchas veces, comentarios que parecen menores aportan muchísimo más de lo que crees.


La frescura que el autor ya perdió

Por último, algo clave: cuando escribes una obra, la relees muchas veces. Quince, veinte, treinta… o más. Es muy fácil cometer errores, porque ningún corrector automático es perfecto y, a veces, incluso juega en contra.

Además, llega un punto en el que te aburres de tu propio texto. Lo conoces de memoria, sabes qué viene después, no hay sorpresa. El lector cero, en cambio, llega con una frescura que tú ya no tienes.

Tuve el honor de ser lector cero de la novela fantástica 8 Santos, cuya autora, Sonia Pericich, confió en mí para esa tarea. Ella había leído su obra tantas veces que perdió la cuenta; calcula que al menos unas cuarenta. Al no encontrar errores, necesitó otra mirada.

En apenas tres lecturas, encontré detalles vinculados justamente a la perspectiva y la visualización. Ajustes pequeños que, una vez corregidos, dieron como resultado la satisfacción de ambos: la de ella como autora y la mía como lector.

Si quieres saber más sobre esta historia, puedes leer mi reseña completa en el enlace correspondiente.


En resumen: escribir es crear, pero también es contrastar. Y en ese camino, el lector cero no es un lujo: es una herramienta imprescindible. 
RESEÑA 8 SANTOS.

Sobre reseñas, visibilidad y fama



Hablemos sobre las reseñas y la visibilidad. ¿Son importantes? Claro que sí, y por un motivo más que lógico; las reseñas ayudan al escritor a ser leído.





Es tan simple que veámoslo desde el punto de vista de un consumidor más que de un lector en específico. ¿Comprarías un libro que no tiene reseñas ni comentarios? Difícil, la manera en que un lector compre un libro sin reseñas, sin comentarios y de un autor desconocido (por lo menos para el lector) es que le atrape la portada, sea una sinopsis sugerente a nivel personal, o el título le llame mucho la atención porque le recuerda a otra novela o una película, o simplemente capturaste a ese tipo de lector en el momento justo. Supongamos que un lector encuentra un libro llamado “Los secretos de Anni” y tenga una hermana que se llama Anni, entonces, por una circunstancia totalmente particular podría adquirir el producto. Pero claro, esto es algo que no dominamos porque es un evento micro, y no macro. Si no sabemos lo que vamos a consumir y no tenemos referencia alguna es difícil que alguien se anime a lo desconocido porque sí; no imposible, porque hay gente como cualquiera que en su momento ve algo y los consume. Pero siendo sinceros, ¿vas a arriesgarte a gastar 3 dólares (o euros), en algo desconocido cuando tenés en frente algo recomendado? En pocos casi sí, en la mayoría no. Por eso para un autor independiente una reseña vale oro. También se podría llegar a pensar que una reseña negativa es mala, y no necesariamente. Aunque parezca contradictoria una reseña negativa, es una reseña, y da información de la historia y/o del autor que a su vez su intérprete del otro lado puede estar en desacuerdo o no. Ahora quiero que se hagan una pregunta y ejerciten su memoria. ¿Cuántos libros, películas o series consumieron por el mero morbo y/o curiosidad de saber si realmente es tan mala como dicen? Seamos honestos, hemos vistos varios capítulos de una serie que “asumimos” que no nos gusta y terminamos enganchados. El problema no es cuando la reseña es buena o mala, cuando es superficial o demasiado detallada, el problema es cuando no hay. Pero hablemos de cómo hacer una reseña. 



¿Cómo hacer y cómo no hacer una reseña literaria?


No hay una fórmula o receta para hacer una reseña, debido a que es la opinión de un reseñador (que no necesariamente se dedique a reseñar) y sobre gustos no hay nada escrito. Yo lo que voy a explicar es como yo hago una reseña y por qué la hago de esta manera, y también voy a comentar cosas que he visto en reseñas que me agradan, y otras que no. 

Yo cuando reseño un libro lo hago por dos razones. 

1.- Leí el libro por mi cuenta porque lo saqué de la biblioteca, lo compré en Amazon o me los prestaron. Ese libro no tiene compromiso de reseña (sea de un autor independiente o de uno conocido) y puedo tomarme la libertar de reseñar sin obligación a una comunicación en privado. 

2.- Un autor me solicita una reseña, que lógicamente este es independiente (Stephen King aún no me pidió mi reseña sobre algunas de sus obras, XD). Lo más común, que es lo que yo hago como muchos otros reseñadores, es recibir el libro sin costo, en pdf, e-book, ePub, o gratis en Amazon. El reseñador a cambio ofrece su reseña. Pero esto es un poco diferente al caso 1 porque es un intercambio. Yo, reseñador, pago tu libro con una opinión pública, por más comercial que suene, y tú, autor, me vendes tu libro a cambio de una reseña publica en lugar de dinero. Suena comercial o materialista, pero es la realidad. Porque yo como reseñador estoy consumiendo tu obra en lugar de elegir otra. Ahora, esto es un consejo, si tienes muchas ganas de leer X libro de tal autor, cómpraselo, no se lo pidas a cambio de una reseña. No es que esté mal, pero te atrapó y convenció, págale. 

¿Qué es lo peor que le puedes hacer a alguien que te dio su libro para que lo leas? Y lo que viene son cosas que como autor lo veo, y evito hacer. 

Si no eres consumir de su género no lo recibas por sentirte obligado. Aunque no lo crean, detrás de ese autor que realizó un serio trabajo escribiendo y corrigiendo, creando una portada o contratando a alguien, de construir un blog, hacer banners, y muchas otras cosas detrás, muy en el fondo de ese autor hay un niño escondido muy ilusionado esperando que leas el libro, y que te pongas a charlar con él de qué tanto te gustó. No destroces el corazón de ese niño, si eres lector de ficción histórica no aceptes su libro de terror. Si eres lector de thriller no aceptes su libro erótico. Un lector puede leer varios géneros, pero no leas algo que sabes que no cumple con tus gustos (a no ser que te decidas por salir de tu género) y que no te ilusiona. Sé honesto, como autores preferimos que nos digas “no, gracias, no me gusta este tipo de libros”. Ahí nosotros decimos un “ah, bueno” algo triste y en cinco minutos nos olvidamos. Pero si te comprometes y lees o no el libro, dejas al autor expectante. Como un niño que espera que lo vengan a buscar para ir a un cumpleaños, y nunca lo vienen a buscar. Recibes el libro, léelo. En lo posible, empieza a leerlo cuando lo recibas o dile al autor “estoy algo ocupado, en una semana o dos trataré de empezarlo”. Porque tampoco uno como reseñador puede dejar su vida para leer el libro de alguien, pero el que avisa no traiciona, simple comunicación. En serio, duele dar tu libro y que desparezca el lector. 

Otra cosa muy importante es el valor de la reseña, yo cuando recibo un libro no hago reseñas inferiores a 4 estrellas. O son de 5 o son de 4. Ya 3 estrellas solamente bajas la media del autor. Si considero que el libro merece 3 estrellas o menos, realizo una devolución en privado explicando el por qué, pero no realizo la reseña de manera pública. Yo no lo hago, otros sí y no está mal, solo es mi criterio. ¿Por qué hago esto? Porque si le marcas al autor sus problemas de ejecución, tanto en la trama como en la técnica podrá mejorar su obra, dale esa oportunidad mejorar. 

Cuando subo la reseña es sincera, lo que digo en público se lo digo al autor en privado. Seguramente en privado le comente alguna cosita que me haga ruido, no le encuentre sentido u otro motivo, y no lo diga en público, pero por un tema de que no puedo hacer spoiler, y porque hay cosas que son totalmente subjetivas. “Que a mí no me guste comer naranja, no significa que a ti tampoco”. Esos pequeños rasgos en privado vienen bien, porque le das al autor una noción de tu visión que él no tiene. Un ejemplo fue una lectora que me leyó una novela corta de terror, “La melodía de la venganza”, me ha dicho que le ha encantado, pero que no le gustó como describí a un personaje, dado que di el dato de que tenía 50 años, pero mis descripciones dieron a entender que tenía más de 60. Quizás algunos digan “¿qué tiene?”, “no es para tanto”, pero ese pequeño detalle me aportó, y mucho. Eso necesita el autor, comprender cómo recibes el mensaje. Dile que su personaje tenía 16 años y luego de 3 años tenía 21. Coméntale, que su protagonista dijo que estaba solo en la casa y de repente se puso a hablar con su madre. Son gestos tan pequeños como cuando tu mamá te saca una pelusa del hombro, pero suman. 

Lo que nunca tienes que hacerle a un autor es el típico “me gustó”, “está buena la historia”. No hagas reseñas vacías que no aporten, no dejes con dudas a un lector por simplemente decir, “está bueno”. Porque quizás al principio se siente bien, pero es vacío. Dile al autor, que te atrapó el protagonista, que odiaste al asesino, que te enamoraste de Camila, que no entendiste la convicción de Cristián. Hazlo sin miedo, sin ruido, y si no le gusta no sabe recibir críticas. Si ves una falta de ortografía escríbele al privado, no es necesario en público, porque puede ser un problema de tipeo, “el famoso teclaso” o se le pasó al corrector. Ahora, si el libro tiene faltas evidentes y ya fue publicado hace mucho o ya es tercera o cuarta edición es otra cosa, allí valora qué estrellas le das y si es necesario dejarlo en vista o no. Personalmente las faltas, si bien las veo, tampoco me hacen mucho ruido, siempre y cuando no impida una lectura fluida, como sucede con los tildes que te cambian el tiempo de un verbo, como por ejemplo, “él cruzo, y él cruzó” Pero esto es relativo y cada uno le da valor a la obra. Algunos lectores son muy exigentes con el modo narrativo, otros son exigentes con la trama, pero esto va en boca del consumidor. Lo que, si bien no soy exigente en cuanto una ortografía extremadamente pulida, hay cosas que si exijo. Si me das tu novela recién publicada, vas a tener mi atención y te voy a estar escribiendo al privado por cada falta que tengas, porque siento que lo necesita el autor, y a mí me gusta que me lo digan. ¿O acaso no les pasó nunca de salir con el cierre abierto del pantalón? No es lo mismo que vengan a decirte al oído “tienes el cierre abierto” a que allá después de ir al super, ir a la peluquería, hablar con tu vecino, recién después de horas a alguien se le ocurra decírtelo. Y tampoco que te lo griten a los cuatro vientos y exhibirte. Esas son las cosas que quiero enfatizar a la hora de reseñar. 

Pero también voy a hablar de un enemigo de los lectores: el reseñador complaciente. 


“Me ha encantado, amé la historia, recomendada”. 


Se entiende que si un libro agrada se reseñe con 5 estrellas y se puedan hacer ciertos aportes en privado al autor, pero no se vayan al otro lado. Cosa que es doloroso es ver reseñas bañadas en azúcar a punto de causar una diabetes, esas reseñas vacías y genéricas que con un copy/paste puede ser la reseña de un libro de cuentos infantiles y uno de terror de manera simultánea. Puede que hasta des a entender que no lo leíste y reseñaste por reseñar. Puede ser la reseña de cualquier cosa. 

Pero también entiende que el lector la quiere disfrutar, no arruines su libro como he visto en reseñas detalladas que le harán sentir que ya consumió la historia. 

“El libro me encantó, jamás pensé que en toda la novela creían que uno era el asesino cuando fue su padre, y nunca me esperé la muerte de Juan, me sorprendió”. 


A ese tipo de reseñador: repudio total. Ojalá te compres un libro y te falten las últimas cinco páginas. Por eso es bueno, desde mi punto de vista, mostrarle tu reseña al autor antes. No es para conspirar en cómo hacerla, es simplemente para evitar un spolier. Es posible que el autor quiera dejar cosas en misterio y sin querer en tu reseña lo divulgues. 

Tampoco hagas una reseña de un libro donde das a entender que te ha fascinado, que ha sido excelente, y muy bien ejecutado y bla bla bla, cuando en realidad hubo cosas que no te gustaron y hay evidentes problemas de ejecución. Entiende tu responsabilidad de lo que transmites, si haces una reseña de 5 estrellas que sea sincera, no generes en un lector una sobrevaloración para que después se arrepienta de leer la obra. Y quizás pienses que exagero, pero es “estafa” pero de ese tema prefiero que lean esta entrada (FRAUDE) donde se habla en más profundidad. Tampoco caer en amiguismo, uno sin maldad puede querer ayudar a un amigo o a un autor recién iniciado echando flores a su obra. De verdad, se nota más de lo que parece, y termina generando una visión en el lector de que “dice que esta buena porque es su amigo” y terminan rechazando su obra. Y no olvides, que si reseñas un libro y un lector gracias a tu comentario lo lee y no comprende porque realizaste una reseña tan buena o tan mala, comprometes otras reseñas que ya tienes o que hagas a futuro, perderás la credibilidad de tu trabajo. 



Sobre gustos y objetividad 



Tenemos que diferenciar nuestros gustos y ejecución. Hay que reconocer nuestros gustos personales sobre la realización de la obra, y con esto voy a que una historia puede que no te guste, pero no por ello sea mala, simplemente no es para ti. Ahora, sepan diferenciar las cosas. Si lees una novela que es de terror, en su título la fuente es de sangre; dice muerte, miedo, terror, etc., no te quejes de que fue horrorosa (en el sentido del género). Lo he visto, se han quejado de novelas de terror por ser muy crudas, he visto quejarse de novelas eróticas porque no tiene sentido que tengan tanto sexo (es erótica, y es su base). Y esto lo sé por experiencia propia de una persona que me reseñó con 1 estrella una novela de viajes en el tiempo llamada “30 de Febrero”. Son viajes en el tiempo, la confusión es parte fundamental, y esta persona se quejó de que era confusa. Pero bien, de vez en cuando una reseña mala ayuda, porque otras personas se acercan a ella para ver qué tan cierto es, y eso genera una duda que tienen que sacarse. Parece contradictorio, pero es real. El hombre tiene cierta naturaleza de normalizar lo bueno y resaltar lo malo. Bien sucede que un libro tiene 30 reseñas de 4 y 5 reseñas y la gente las mira por arriba, pero ven de 1 estrella o 2 y ¡chan!, se paraliza el mundo. Y esa reseña “negativa” resaltó tu obra y te ayudó. Tampoco abusemos, que si un libro tiene una media por debajo de 3 estrellas y solo reseñas de 1 y 2, da para pensar. La cuestión de esto es cuando el autor recién comienza. Una persona escribe su libro, la cual conlleva su trabajo, mucho, poco o mediano. Si le das una reseña de 1 o 2 estrellas al inicio acabaste de asesinar su obra. Y yo digo ¿para qué?. No es difícil escribirle al autor y decirle “mira, tienes estos problemas, esto está mal, esto no se dice”. ¿Es necesario hacer una entrada en un blog de que un libro es horrible? Quizás en algunos casos es un click bait para que el lector compre el libro y se saque la duda, pero no es muy honesto, no hagan eso. Tampoco comentar un libro para decir “es horrible”. No aporta, habla sobre su ejecución, su trama, sobre sus personajes y por qué no te gustó. Y sepan diferenciar lo bueno de lo malo. La novela puede estar bien narrada, pero la historia ser floja; como la novela puede estar mal narrada, y la historia ser fantástica. 



Como he dicho antes, esto más que una guía de cómo hacer una reseña es como yo considero y creo que se tiene que hacer en base a mi experiencia. Si quieres solicita tu reseña solo dejame tu comentario.

Reseña a Jack y los fantasmas de la casona de Eliot de Lily. G Rafferty


Conocí  Lily G Rafferty gracias a una lectura conjunta que se organizó en Facebook en manos de Pepe Toni Roman, donde diez autores entregamos nuestras obras cada semanas para leernos entre nosotros, reseñarnos y aportándonos consejos y puntos de vista.



Adquiere libro en la imagen
 Leer este libro fue una experiencia maravillosa, no hay nada que le falte. Es una lectura fluida y ágil, nuestra autora sabe dónde ser breve y dónde detallar. Sentí la casa como si estuviera dentro, al igual que el barco. Capté la esencia de cada uno de sus personajes. Los capítulos están acompañados por sutiles imágenes al final, que le dan cierto sabor a la historia y la refuerzan.
Sobre la trama la verdad que la he disfrutado de principio a fin, me ha obligado a desvelarme porque no podía dormir sin saber cómo seguía. La historia trata sobre una casona del estilo Victoriano en Londres, donde sus habitantes son fantasmas; sin embargo, ellos tienen su vida aun después de la muerte, y la búsqueda de transcender fuera de la casona donde están obligados a “vivir”. Me ha conmovido, emocionado, entristecido, y hasta hecho reflexionar. Las historias de cada uno de los personajes están muy bien hiladas y tratadas, y sus giros se dan de manera excelente. Y el final fue fantástico, con dos sorpresas muy agradables.



Como lector, tengo que decir que es una obra como dije antes, maravillosa.
Como escritor, esta obra marcó un antes y un después, porque sinceramente su manera de escribir siento que me aportó, sobre todo en su manera de expresarse. Lily. G Rafferty es una escritora para tomar como ejemplo.

Biografía:


Nació en Buenos Aires Argentina, el 20 de febrero de 1974. Actualmente reside en la provincia de Salta.
Escritora, pintora e ilustradora.
Se ha formado con diversos escritores e ilustradores entre los que se destacan: Nuria Sierra, Clara Tiscar, Alejandro Quintana, Natalia Mendez con quien se formaría en "Técnicas narrativas para libros infantiles", Adolfo Serra, "ilustración infantil". Tinkerlab Disney “Crear y contar historias en la era digital”.
Integrante de S.A.D.E Sociedad Argentina de Escritores filial Salta, y LecturArte Alija filial Salta.


Publica mensualmente sus cuentos y relatos en la revista Pluma Literaria.

Libros publicados: "Jack y los fantasmas de la casonade Eliot". Novela de ficción.

"En un mundo muy lejano donde los cuentos se dan la mano", serie cuentos con rima. Libro de cuentos infantil ilustrado.

"No lo esperas venir" relatos de ficción, suspenso y fantasía.

"Mathew and Austin descubriendo reinos lejanos" libro número 1 de la saga de ficción y fantasía Mathew and Austin.


Puedes encontrarla en sus redes sociales: