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🔴Historias de BRUJERÍA Real | PERDÍ a mi PAREJA por hacerle BRUJERÍA | EVD

Pasé toda una tarde de nervios. Me sentía observado constantemente como si no estuviera solo en mi casa. Aquella casa ya no parecía mía, me sentía un extraño bajo mi propio techo. En la noche, el timbre sonó, y antes de salir a abrir escuché algo golpearse dentro de mi casa. Fue el mismo sonido que escuché en aquel hogar abandonado, y aquello me llevó a ese día, a ese momento que hice el amarre. Al abrir la puerta estaba ella, era Claudia. Sus ojos estaban enrojecidos por el llanto, me abrazó y me pidió perdón. No quería dejarla entrar, pero sin darme cuenta se lo permití. Al momento de abrazarla...



BRUJERÍA REAL | Le Hicieron MAGIA de MUERTE a mi HERMANO | EVD

Ya no resistía verlo así, menos a él un hombre tan inquebrantable. Decidí encararlo y ayudarlo a buscar una solución, pero fue imposible. Mi hermano estaba cavando su propia tumba. Luego de que empezó a dormir por más de 12 horas al día nos dimos cuenta de que se había quedado sin trabajo. Nunca descubrimos el motivo, si fue que lo despidieron o él renunció. Un día fui a despertarlo, y al moverlo este se quejó. Noté en su cuello manchas moradas que parecían moretones. Le dolían al simple tacto. Sin tener idea de que se trataba me asusté, y le insistí en visitar a un doctor. Se negó rotundamente, dijo que lo dejara en paz. Comencé a sospechar que su exesposa le hubiese hecho un trabajo de brujería. Esto no era una simple depresión... Te invitamos a que te suscribas al canal y sigas nuestras redes, envía tus historias de terror para relatarlas a nuestro correo o a nuestra pagina.👇👇👇



DESPERTÉ EN UN CEMENTERIO 🔴HISTORIA de TERROR❌Relatos

—¿Quién te dio esa chaqueta? —preguntó el guardia. —Dani —le respondí al voltear para señalarlo, pero ya no estaba. —¿Qué Dani? —me dijo incrédulo. La situación comenzó a incomodarme, pensé que me había visto caminar con él. Circulamos por una calle abierta por lo menos a quince metros desde que nos vio. Pero allí fue donde todo cobró sentido. —Aquí no hay ningún Dani. Soy yo y otro compañero que no se llama así —dijo el guardia. Sentí que me bajó la sangre, y el guardia me sujetó antes de desvanecerme. Me acompañó hasta una silla donde tomé asiento. —Te pusiste pálida —dijo el guardia preocupado.