Creí que el beso daría una respuesta definitiva. Contrario a lo que suponía, solo se sembraron más dudas. No sabía si el beso le gustó o no. Se marchó del departamento dejándome con un enorme vacío en el corazón. En ese momento me obsesioné con él. No me parecía justo que Marcelo sufriera por estar con una mujer que no lo hacía feliz, mientras que yo, que lo conocía mejor que nadie estaba ahí viéndolo desde la vidriera y sin poder disfrutarlo...
🔴 Historias de BRUJERÍA Real | INTENTÉ AMARRAR A MI MEJOR AMIGO
LA VIUDA NEGRA Y LA LLORONA | RELATOS DE LA LLORONA | Relatos EVD
Claro que estaba asustado el animal, también podría percibir el peligro, mi tío no sabía cómo reaccionar, la viuda se le seguía acercando llamando como si fuera su esposo, le rogaba que no se fuera, que lo extrañaba, el tío Juan intentaba hacer que el caballo se moviera pero estaba tan acobardado que no se atrevía a seguir, la viuda le seguía implorando, mi tío no sabia qué hacer puesto que huir no sería una solución inteligente, considerando que esta entidad se le había adelantado, Así que tomó coraje y bajó del caballo, la viuda estaba a nada de él, dijo que pudo ver sus manos esqueléticas literalmente eran de hueso, desde ella emanaba cierto aire fresco pero con olor a podrido... mi amor No huyas dijo la viuda negra...
🔴 EL KARMA DE DOÑA CLARA Y LA MACUMBERA | Historias de BRUJERÍA Real | EVD
Furioso fui a ella y le vomité todo, no podría ahora replicar la cantidad de groserías que le dije, para poner un ejemplo las palabras que salieron de mi boca serían iguales a las que emplearía si alguien me hubiese chocado el carro, mi esposa se quedó petrificada, nunca me había visto tan molesto Y doña Clara, sin embargo transformó su rostro dejó ver su expresión de víbora y olvidó su papel de anciana vulnerable, verla sí me hizo arrepentirme de mis palabras no por miedo a hacerla sentir mal, sino por miedo a ella misma...
ojalá te ahogues en tu propia mierd*...
🔴Historias de BRUJERÍA Real | UNA TRABAJADORA S3XU4L ME HIZO UN AMARRE |...
Tras terminar de nuevo comencé a transpirar, pero me sentía realmente aliviado. La llevé a casa haciendo de cuenta que era un viernes. Lo hicimos desde la noche hasta la mañana. Quedé fundido en el agotamiento. Natasha pasó la noche allí y recién a la mañana se fue de casa. Fue la única manera de que mi situación abajo se mantuviera calma. Así duró todo el día, pero el lunes sucedió de nuevo. Ya era incómodo, dolía. La necesidad de hacerlo de nuevo llegó. Ni siquiera era de noche, no lo podía soportar más. Natasha estaba ahí en mi cabeza mientras fantaseaba con ella. Cuando llegó la hora no lo pensé dos veces y debí de recurrir a aquella calle de nuevo. Natasha no estaba por ninguna parte. Paré a la primera chica que me crucé, pero me rechazó. Ninguna de las que estaba allí quería atenderme. Transpiraba de los nervios y de la necesidad de saciarme, así que llamé a una y le dije que le pagaba el triple. Ella observó todas partes, estaba indecisa, pero se decidió a que no.
—Cuatro veces más —le dije...