De un mes al otro, Roberto no era nada de lo que era antes. Adelgazó quedando a los huesos, la ropa le quedaba holgada, y caminaba con lentitud. Su aspecto era enfermizo, y en cuanto lo vi así, la empatía de mi parte actúo al instante. Me acerqué a él preocupado por su condición, le pregunté por su salud y me contó que iba de mal en peor. Me habló de que todo comenzó con una anemia sin razón aparente. A pesar de comer bien, su peso fue bajando. Sufría de mareos y en sus análisis todos los indicadores le daban negativo. Baja azúcar, hierro, plaquetas, todo mal. Pensaron que tenía alguna enfermedad autoinmune, pero no encontraron nada. Le realizaron análisis de sangre, orina, pruebas para encontrar cáncer, virus, e incluso algún parásito. Nada. Para la ciencia, no había una explicación a su malestar. Solo estaba débil y ya.
Traté de estar pendiente de Roberto, ya que, casi no tenía familia que lo acompañara. No es que me llevara bien con él o que fuésemos grandes amigos, pero ver a un sujeto tan grande, tan fuerte, ser tan golpeado por la vida, fue como si ese golpe me llegara a mí. Roberto, para mí, era como un titán que no merecía estar tan débil y que debía de recuperar su lugar.
La AMANTE de mi NOVIO me HIZO BRUJERÍA | HISTORIAS DE AMARRES
Una noche, soñé que una sombra entraba a casa. Creo que fue un sueño, pero no estoy segura. Esa sombra entró a mi habitación y se acercó a mi cama. No me podía mover. Los brazos del sujeto eran extremadamente largos. Parecía un demonio. Alzó su mano hacia mí, y con su dedo de uña larga rasgó mi vientre como si me hiciese una cesaría. Luego, metió mano dentro...
🔴NADIE se METE con MALENA | HISTORIAS DE BRUJERÍA y Prosti-Tut4s
La noche que Malena no se presentó, una de las chicas usó su habitación. No puedo olvidar esa noche. El cliente regresó vistiéndose en el camino, con una mezcla de pánico e ira. Decía que nunca más regresaría. Le pregunté que le pasó, pero no me lo decía, solo se quejaba del pésimo servicio. Encontré a la chica en la cama con el maquillaje corrido del llanto. Estaba cubierta por la sábana sin dejar de temblar. Cuando le pregunté qué sucedió no lograba contestar por el pánico. Fue cuando una de las sillas de la habitación salió arrojada contra la pared. La chica gritó en pánico mientras me quedé petrificado. Esa habitación parecía maldita. En ese momento comprendí que...
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