EL TIMBRE QUE SUENA SOLO (HISTORIAS DE TERROR)
Antes de la cena, minutos antes de las 22:00 me fui hasta la puerta esperando que sonara el timbre. Prendí un cigarrillo mientras controlaba los minutos, y allí lo vi. En el medio de la calle, un niño de cabello dorado con sonrisa traviesa, me observaba de manera alegre. Parecía un niño como cualquiera, pero era su vestimenta lo que resaltaba. Usaba unos pantaloncillos cortos y una remera de esas viejas como la ropa que yo usaba de niño. Para describirlo mejor, aquel niño parecía escaparse de una fotografía de hace 20 años. Intenté llamarlo, pero al abrir mi boca las palabras no me salían. Aunque no lo crean, fue un pequeño lapso donde me olvidé como hablar. Un coche pasó por la calle, y cuando pensé que lo iba a chocar, simplemente el niño se desvaneció...