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Sobre reseñas, visibilidad y fama



Hablemos sobre las reseñas y la visibilidad. ¿Son importantes? Claro que sí, y por un motivo más que lógico; las reseñas ayudan al escritor a ser leído.





Es tan simple que veámoslo desde el punto de vista de un consumidor más que de un lector en específico. ¿Comprarías un libro que no tiene reseñas ni comentarios? Difícil, la manera en que un lector compre un libro sin reseñas, sin comentarios y de un autor desconocido (por lo menos para el lector) es que le atrape la portada, sea una sinopsis sugerente a nivel personal, o el título le llame mucho la atención porque le recuerda a otra novela o una película, o simplemente capturaste a ese tipo de lector en el momento justo. Supongamos que un lector encuentra un libro llamado “Los secretos de Anni” y tenga una hermana que se llama Anni, entonces, por una circunstancia totalmente particular podría adquirir el producto. Pero claro, esto es algo que no dominamos porque es un evento micro, y no macro. Si no sabemos lo que vamos a consumir y no tenemos referencia alguna es difícil que alguien se anime a lo desconocido porque sí; no imposible, porque hay gente como cualquiera que en su momento ve algo y los consume. Pero siendo sinceros, ¿vas a arriesgarte a gastar 3 dólares (o euros), en algo desconocido cuando tenés en frente algo recomendado? En pocos casi sí, en la mayoría no. Por eso para un autor independiente una reseña vale oro. También se podría llegar a pensar que una reseña negativa es mala, y no necesariamente. Aunque parezca contradictoria una reseña negativa, es una reseña, y da información de la historia y/o del autor que a su vez su intérprete del otro lado puede estar en desacuerdo o no. Ahora quiero que se hagan una pregunta y ejerciten su memoria. ¿Cuántos libros, películas o series consumieron por el mero morbo y/o curiosidad de saber si realmente es tan mala como dicen? Seamos honestos, hemos vistos varios capítulos de una serie que “asumimos” que no nos gusta y terminamos enganchados. El problema no es cuando la reseña es buena o mala, cuando es superficial o demasiado detallada, el problema es cuando no hay. Pero hablemos de cómo hacer una reseña. 



¿Cómo hacer y cómo no hacer una reseña literaria?


No hay una fórmula o receta para hacer una reseña, debido a que es la opinión de un reseñador (que no necesariamente se dedique a reseñar) y sobre gustos no hay nada escrito. Yo lo que voy a explicar es como yo hago una reseña y por qué la hago de esta manera, y también voy a comentar cosas que he visto en reseñas que me agradan, y otras que no. 

Yo cuando reseño un libro lo hago por dos razones. 

1.- Leí el libro por mi cuenta porque lo saqué de la biblioteca, lo compré en Amazon o me los prestaron. Ese libro no tiene compromiso de reseña (sea de un autor independiente o de uno conocido) y puedo tomarme la libertar de reseñar sin obligación a una comunicación en privado. 

2.- Un autor me solicita una reseña, que lógicamente este es independiente (Stephen King aún no me pidió mi reseña sobre algunas de sus obras, XD). Lo más común, que es lo que yo hago como muchos otros reseñadores, es recibir el libro sin costo, en pdf, e-book, ePub, o gratis en Amazon. El reseñador a cambio ofrece su reseña. Pero esto es un poco diferente al caso 1 porque es un intercambio. Yo, reseñador, pago tu libro con una opinión pública, por más comercial que suene, y tú, autor, me vendes tu libro a cambio de una reseña publica en lugar de dinero. Suena comercial o materialista, pero es la realidad. Porque yo como reseñador estoy consumiendo tu obra en lugar de elegir otra. Ahora, esto es un consejo, si tienes muchas ganas de leer X libro de tal autor, cómpraselo, no se lo pidas a cambio de una reseña. No es que esté mal, pero te atrapó y convenció, págale. 

¿Qué es lo peor que le puedes hacer a alguien que te dio su libro para que lo leas? Y lo que viene son cosas que como autor lo veo, y evito hacer. 

Si no eres consumir de su género no lo recibas por sentirte obligado. Aunque no lo crean, detrás de ese autor que realizó un serio trabajo escribiendo y corrigiendo, creando una portada o contratando a alguien, de construir un blog, hacer banners, y muchas otras cosas detrás, muy en el fondo de ese autor hay un niño escondido muy ilusionado esperando que leas el libro, y que te pongas a charlar con él de qué tanto te gustó. No destroces el corazón de ese niño, si eres lector de ficción histórica no aceptes su libro de terror. Si eres lector de thriller no aceptes su libro erótico. Un lector puede leer varios géneros, pero no leas algo que sabes que no cumple con tus gustos (a no ser que te decidas por salir de tu género) y que no te ilusiona. Sé honesto, como autores preferimos que nos digas “no, gracias, no me gusta este tipo de libros”. Ahí nosotros decimos un “ah, bueno” algo triste y en cinco minutos nos olvidamos. Pero si te comprometes y lees o no el libro, dejas al autor expectante. Como un niño que espera que lo vengan a buscar para ir a un cumpleaños, y nunca lo vienen a buscar. Recibes el libro, léelo. En lo posible, empieza a leerlo cuando lo recibas o dile al autor “estoy algo ocupado, en una semana o dos trataré de empezarlo”. Porque tampoco uno como reseñador puede dejar su vida para leer el libro de alguien, pero el que avisa no traiciona, simple comunicación. En serio, duele dar tu libro y que desparezca el lector. 

Otra cosa muy importante es el valor de la reseña, yo cuando recibo un libro no hago reseñas inferiores a 4 estrellas. O son de 5 o son de 4. Ya 3 estrellas solamente bajas la media del autor. Si considero que el libro merece 3 estrellas o menos, realizo una devolución en privado explicando el por qué, pero no realizo la reseña de manera pública. Yo no lo hago, otros sí y no está mal, solo es mi criterio. ¿Por qué hago esto? Porque si le marcas al autor sus problemas de ejecución, tanto en la trama como en la técnica podrá mejorar su obra, dale esa oportunidad mejorar. 

Cuando subo la reseña es sincera, lo que digo en público se lo digo al autor en privado. Seguramente en privado le comente alguna cosita que me haga ruido, no le encuentre sentido u otro motivo, y no lo diga en público, pero por un tema de que no puedo hacer spoiler, y porque hay cosas que son totalmente subjetivas. “Que a mí no me guste comer naranja, no significa que a ti tampoco”. Esos pequeños rasgos en privado vienen bien, porque le das al autor una noción de tu visión que él no tiene. Un ejemplo fue una lectora que me leyó una novela corta de terror, “La melodía de la venganza”, me ha dicho que le ha encantado, pero que no le gustó como describí a un personaje, dado que di el dato de que tenía 50 años, pero mis descripciones dieron a entender que tenía más de 60. Quizás algunos digan “¿qué tiene?”, “no es para tanto”, pero ese pequeño detalle me aportó, y mucho. Eso necesita el autor, comprender cómo recibes el mensaje. Dile que su personaje tenía 16 años y luego de 3 años tenía 21. Coméntale, que su protagonista dijo que estaba solo en la casa y de repente se puso a hablar con su madre. Son gestos tan pequeños como cuando tu mamá te saca una pelusa del hombro, pero suman. 

Lo que nunca tienes que hacerle a un autor es el típico “me gustó”, “está buena la historia”. No hagas reseñas vacías que no aporten, no dejes con dudas a un lector por simplemente decir, “está bueno”. Porque quizás al principio se siente bien, pero es vacío. Dile al autor, que te atrapó el protagonista, que odiaste al asesino, que te enamoraste de Camila, que no entendiste la convicción de Cristián. Hazlo sin miedo, sin ruido, y si no le gusta no sabe recibir críticas. Si ves una falta de ortografía escríbele al privado, no es necesario en público, porque puede ser un problema de tipeo, “el famoso teclaso” o se le pasó al corrector. Ahora, si el libro tiene faltas evidentes y ya fue publicado hace mucho o ya es tercera o cuarta edición es otra cosa, allí valora qué estrellas le das y si es necesario dejarlo en vista o no. Personalmente las faltas, si bien las veo, tampoco me hacen mucho ruido, siempre y cuando no impida una lectura fluida, como sucede con los tildes que te cambian el tiempo de un verbo, como por ejemplo, “él cruzo, y él cruzó” Pero esto es relativo y cada uno le da valor a la obra. Algunos lectores son muy exigentes con el modo narrativo, otros son exigentes con la trama, pero esto va en boca del consumidor. Lo que, si bien no soy exigente en cuanto una ortografía extremadamente pulida, hay cosas que si exijo. Si me das tu novela recién publicada, vas a tener mi atención y te voy a estar escribiendo al privado por cada falta que tengas, porque siento que lo necesita el autor, y a mí me gusta que me lo digan. ¿O acaso no les pasó nunca de salir con el cierre abierto del pantalón? No es lo mismo que vengan a decirte al oído “tienes el cierre abierto” a que allá después de ir al super, ir a la peluquería, hablar con tu vecino, recién después de horas a alguien se le ocurra decírtelo. Y tampoco que te lo griten a los cuatro vientos y exhibirte. Esas son las cosas que quiero enfatizar a la hora de reseñar. 

Pero también voy a hablar de un enemigo de los lectores: el reseñador complaciente. 


“Me ha encantado, amé la historia, recomendada”. 


Se entiende que si un libro agrada se reseñe con 5 estrellas y se puedan hacer ciertos aportes en privado al autor, pero no se vayan al otro lado. Cosa que es doloroso es ver reseñas bañadas en azúcar a punto de causar una diabetes, esas reseñas vacías y genéricas que con un copy/paste puede ser la reseña de un libro de cuentos infantiles y uno de terror de manera simultánea. Puede que hasta des a entender que no lo leíste y reseñaste por reseñar. Puede ser la reseña de cualquier cosa. 

Pero también entiende que el lector la quiere disfrutar, no arruines su libro como he visto en reseñas detalladas que le harán sentir que ya consumió la historia. 

“El libro me encantó, jamás pensé que en toda la novela creían que uno era el asesino cuando fue su padre, y nunca me esperé la muerte de Juan, me sorprendió”. 


A ese tipo de reseñador: repudio total. Ojalá te compres un libro y te falten las últimas cinco páginas. Por eso es bueno, desde mi punto de vista, mostrarle tu reseña al autor antes. No es para conspirar en cómo hacerla, es simplemente para evitar un spolier. Es posible que el autor quiera dejar cosas en misterio y sin querer en tu reseña lo divulgues. 

Tampoco hagas una reseña de un libro donde das a entender que te ha fascinado, que ha sido excelente, y muy bien ejecutado y bla bla bla, cuando en realidad hubo cosas que no te gustaron y hay evidentes problemas de ejecución. Entiende tu responsabilidad de lo que transmites, si haces una reseña de 5 estrellas que sea sincera, no generes en un lector una sobrevaloración para que después se arrepienta de leer la obra. Y quizás pienses que exagero, pero es “estafa” pero de ese tema prefiero que lean esta entrada (FRAUDE) donde se habla en más profundidad. Tampoco caer en amiguismo, uno sin maldad puede querer ayudar a un amigo o a un autor recién iniciado echando flores a su obra. De verdad, se nota más de lo que parece, y termina generando una visión en el lector de que “dice que esta buena porque es su amigo” y terminan rechazando su obra. Y no olvides, que si reseñas un libro y un lector gracias a tu comentario lo lee y no comprende porque realizaste una reseña tan buena o tan mala, comprometes otras reseñas que ya tienes o que hagas a futuro, perderás la credibilidad de tu trabajo. 



Sobre gustos y objetividad 



Tenemos que diferenciar nuestros gustos y ejecución. Hay que reconocer nuestros gustos personales sobre la realización de la obra, y con esto voy a que una historia puede que no te guste, pero no por ello sea mala, simplemente no es para ti. Ahora, sepan diferenciar las cosas. Si lees una novela que es de terror, en su título la fuente es de sangre; dice muerte, miedo, terror, etc., no te quejes de que fue horrorosa (en el sentido del género). Lo he visto, se han quejado de novelas de terror por ser muy crudas, he visto quejarse de novelas eróticas porque no tiene sentido que tengan tanto sexo (es erótica, y es su base). Y esto lo sé por experiencia propia de una persona que me reseñó con 1 estrella una novela de viajes en el tiempo llamada “30 de Febrero”. Son viajes en el tiempo, la confusión es parte fundamental, y esta persona se quejó de que era confusa. Pero bien, de vez en cuando una reseña mala ayuda, porque otras personas se acercan a ella para ver qué tan cierto es, y eso genera una duda que tienen que sacarse. Parece contradictorio, pero es real. El hombre tiene cierta naturaleza de normalizar lo bueno y resaltar lo malo. Bien sucede que un libro tiene 30 reseñas de 4 y 5 reseñas y la gente las mira por arriba, pero ven de 1 estrella o 2 y ¡chan!, se paraliza el mundo. Y esa reseña “negativa” resaltó tu obra y te ayudó. Tampoco abusemos, que si un libro tiene una media por debajo de 3 estrellas y solo reseñas de 1 y 2, da para pensar. La cuestión de esto es cuando el autor recién comienza. Una persona escribe su libro, la cual conlleva su trabajo, mucho, poco o mediano. Si le das una reseña de 1 o 2 estrellas al inicio acabaste de asesinar su obra. Y yo digo ¿para qué?. No es difícil escribirle al autor y decirle “mira, tienes estos problemas, esto está mal, esto no se dice”. ¿Es necesario hacer una entrada en un blog de que un libro es horrible? Quizás en algunos casos es un click bait para que el lector compre el libro y se saque la duda, pero no es muy honesto, no hagan eso. Tampoco comentar un libro para decir “es horrible”. No aporta, habla sobre su ejecución, su trama, sobre sus personajes y por qué no te gustó. Y sepan diferenciar lo bueno de lo malo. La novela puede estar bien narrada, pero la historia ser floja; como la novela puede estar mal narrada, y la historia ser fantástica. 



Como he dicho antes, esto más que una guía de cómo hacer una reseña es como yo considero y creo que se tiene que hacer en base a mi experiencia. Si quieres solicita tu reseña solo dejame tu comentario.

Reseña a Jack y los fantasmas de la casona de Eliot de Lily. G Rafferty


Conocí  Lily G Rafferty gracias a una lectura conjunta que se organizó en Facebook en manos de Pepe Toni Roman, donde diez autores entregamos nuestras obras cada semanas para leernos entre nosotros, reseñarnos y aportándonos consejos y puntos de vista.



Adquiere libro en la imagen
 Leer este libro fue una experiencia maravillosa, no hay nada que le falte. Es una lectura fluida y ágil, nuestra autora sabe dónde ser breve y dónde detallar. Sentí la casa como si estuviera dentro, al igual que el barco. Capté la esencia de cada uno de sus personajes. Los capítulos están acompañados por sutiles imágenes al final, que le dan cierto sabor a la historia y la refuerzan.
Sobre la trama la verdad que la he disfrutado de principio a fin, me ha obligado a desvelarme porque no podía dormir sin saber cómo seguía. La historia trata sobre una casona del estilo Victoriano en Londres, donde sus habitantes son fantasmas; sin embargo, ellos tienen su vida aun después de la muerte, y la búsqueda de transcender fuera de la casona donde están obligados a “vivir”. Me ha conmovido, emocionado, entristecido, y hasta hecho reflexionar. Las historias de cada uno de los personajes están muy bien hiladas y tratadas, y sus giros se dan de manera excelente. Y el final fue fantástico, con dos sorpresas muy agradables.



Como lector, tengo que decir que es una obra como dije antes, maravillosa.
Como escritor, esta obra marcó un antes y un después, porque sinceramente su manera de escribir siento que me aportó, sobre todo en su manera de expresarse. Lily. G Rafferty es una escritora para tomar como ejemplo.

Biografía:


Nació en Buenos Aires Argentina, el 20 de febrero de 1974. Actualmente reside en la provincia de Salta.
Escritora, pintora e ilustradora.
Se ha formado con diversos escritores e ilustradores entre los que se destacan: Nuria Sierra, Clara Tiscar, Alejandro Quintana, Natalia Mendez con quien se formaría en "Técnicas narrativas para libros infantiles", Adolfo Serra, "ilustración infantil". Tinkerlab Disney “Crear y contar historias en la era digital”.
Integrante de S.A.D.E Sociedad Argentina de Escritores filial Salta, y LecturArte Alija filial Salta.


Publica mensualmente sus cuentos y relatos en la revista Pluma Literaria.

Libros publicados: "Jack y los fantasmas de la casonade Eliot". Novela de ficción.

"En un mundo muy lejano donde los cuentos se dan la mano", serie cuentos con rima. Libro de cuentos infantil ilustrado.

"No lo esperas venir" relatos de ficción, suspenso y fantasía.

"Mathew and Austin descubriendo reinos lejanos" libro número 1 de la saga de ficción y fantasía Mathew and Austin.


Puedes encontrarla en sus redes sociales:












Hablemos sobre 30 de Febrero



¿Qué decir sobre esta novela?


No es la primera que empecé, tampoco la última. No es la más larga, tampoco la más corta. Pero si tiene algo especial. Todas las historias que he comenzado (aunque no todas terminado) tienen su esencia, su pequeño sabor y especialidad. Pero esta se podría decir que es mi obra favorita, tanto en su trama como en su originalidad, y por sobre todo en lo que disfruté en hacerla. “Ya lo sé”; que el autor diga que su propia obra es buena no da credibilidad de ello, pero le tengo un cariño especial porque su construcción fue mágica.
Hace siete años aproximadamente comencé a escribir, técnicamente a intentarlo en su momento. Mi primera historia no tenía título, se lo puse dos años después "Jugando con la realidad" y simplemente constaba de 13 capítulos. Ya antes de acabarla mi cerebro maquinaba otras ideas, y cuando finalicé (momentáneamente) empecé a escribir mi segunda historia, “Los hijos de la oscuridad”. Todo era en ese momento simplemente hojas de Word, aprendiendo y descubriendo detalles en una herramienta que tiene más cosas de lo que parece. No publicaba nada, estaba ajeno a los grupos literarios de Facebook, y mucho menos mostrarme en redes. Así pasó el tiempo sumergido en horas y horas de escritura (en una ocasión llegué a estar 14 horas seguidas escribiendo). En aquella época tenía dos horas de viaje a mi trabajo para ir y otras dos para volver, y son aquellas horas de mate y mate a las que tengo que agradecer, porque fueron las impulsadoras de todo esto.

Se preguntarán, ¿en que se relaciona todo lo que les he contado con 30 de Febrero? No se pongan ansiosos, ya llegaré. Cuando “terminé”, como pensé que lo había hecho en ese momento con la obra “Los hijos de la oscuridad” haciendo simplemente memoria de mi primera novela cuya historia amé y hasta hoy no terminé, replantee continuarla. Simplemente me enamoré de los personajes, y me dejaron un cierto apetito de explotar más sus cualidades dado que sus peculiaridades merecían más momentos que contar. Así, como un saltamontes iba de novela en novela continuando cada una. Jugando con la realidad pasó a tener 23 capítulos (en ese momento) y volví con Los hijos de la oscuridad que también me dejó con esa sensación, pero en este caso fue distinto. Lo que sucedió con esta última obra es que cuando la finalicé me di cuenta que juzgando su propia naturaleza dejé algo abierto en el final, y no me había dado cuenta. Decidí que había que cerrarlo, la obra se estiró y hasta ahora no la terminé. Buscando crear un personaje para esta novela elaboré a un asesino llamado Velion, alguien sádico y sin piedad. Pero este aspecto si bien lo usé en un personaje dentro de la historia me forzó a crear otra novela distinta a la que llamé “Cuando la muerte te seduce”. Un policial paranormal de suspenso lleno de sangre y bandos cruzados, cuyo antagonista me terminó convenciendo más que el protagonista, y comenzó el debate. ¿Hago una novela larga o una trilogía? Porque al culminar la historia sentí que todas esas cosas que se contaron en pasado merecían un desarrollo mejor, su continuación era una regresión al pasado, donde el antagonista se convierte en protagonista y por lógica, termina en la continuación al principio de la primera parte. Resultó que no terminé la segunda parte y ya tenía un esquema de la tercera. Repasando; para ese momento en Jugando con la realidad llegaba ya al capítulo 60, Los hijos de la oscuridad recibieron retoques, jamás la terminé, y lo mismo con Cuando la muerte te seduce, cuya historia no cumplía a mí entender una extensión suficiente para ser una trilogía. En todo ese manojo de páginas y páginas y personajes detallados y circunstancias, ya no recuerdo el orden, sé que escribí Eterno, amor verdadero, una historia romántica de vampiros y brujas a la cual me sucedió lo mismo. La finalicé, cree una segunda parte sin terminar, y allí me quedé hasta el día de hoy. Luego llegó mi preciado nene perfecto, 30 de Febrero (viajes en el tiempo).
De una simple idea de una circunstancia en un bucle temporal surgió un demonio al que domé. 30 de Febrero es una novela de viajes en el tiempo llena de suspenso y misterio, la cual matemáticamente fue muy complicada de construir, y no exagero. Aun así, por todos los viajes en el tiempo que se presentan, y una única línea de tiempo inalterable, donde la página 2 se conecta con la 10 y la 16, y la página 30 con la 33 y la 46, hice la mitad de la historia en una semana. Tan simple y eficaz. Cerca de 16 mil palabras fueron escritas en siete días. Me tomé una semana sin escribir donde simplemente trabajaba mi cerebro, tenía que hilar muchos cabos sueltos que me dejé a mí mismo. En la tercera semana terminé otras 17 mil palabras y la obra estaba finalizada. Luego fue una semana de revisión meticulosa, que quien haya leído la historia sabrá que es una tela de araña. En esa semana solo controlé fechas números y cálculos, corregí errores argumentales, alguna que otra falta, y salió. En ese momento llevaba dos años escribiendo, y la obra que abrí y cerré fue esa, en un mes. Luego de eso escribí "El ojo de la justicia", historia que también amé, pero la guardé en el cajón, pasado el tiempo uno aprende cosas nuevas y la historia me empezó a hacer ruido en ciertos aspectos. Así que estará durmiendo un tiempo más. También escribí un cuento que empezó como un relato en forma de broma de mi trabajo, realice dos relatos más y los junté. Cómo una broma que comenzó de manera inocente terminó en un lindo cuento, donde en la portada aparece una vieja amiga. La historia es La melodía de a venganza.

Cuando la muerte te seduce y El ojo de la justicia estuvieron a la venta, pero fueron retiradas. No recibí quejas porque sus ventas fueron mínimas, pero ya les expliqué el motivo. Entre todo este proceso, Jugando con la realidad llegó al capítulo 100, y aun no la he terminado. Así es la explicación de lo especial que es 30 de febrero para mí, algo que nació y floreció en muy poco tiempo, y dar sello a un libro de terminado es una sensación muy reconfortante.




También surgieron más historias sin terminar que quedaron a mitad de proceso ¿Algunos de ustedes tienen historias a medias en el cajón?

Jugando con la realidad
El exorcista
Dejavú
El asesino de las novias
Los hijos de la oscuridad
Eterno, amor verdadero (sin confirmar si será su título)
Almas en guerra (es mejor dicho un fan fic)
Fantasy World
Soy un personaje de ficción
La melodía fantasmal (sin confirmar el título)
Cuando la muerte te seduce (reedición)
El ojo de la justicia (reedición)

La última habitación de Carlos Navas


Carlos Navas nos hace entrega de su obra La última habitación

Géneros: Terror/suspenso/intriga/thriller psicológico

Un señor malvado que no tiene nada de malo, me ha dicho que me gustaría esta obra, pues hoy le doy la razón. Menuda obra de arte.

Sinopsis: Todo edificio guarda secretos.

El célebre y enigmático edificio Secret Garden, situado a las afueras de Madrid, no es una excepción. Su fachada de piedra natural y color negro azabache, esconde, tras sus paredes, la versión más siniestra e inquietante de la naturaleza humana.

Este libro recoge las llamadas telefónicas registradas en el interior del edificio Secret Garden y en zonas colindantes, durante la noche del viernes 27 de Noviembre de 2015.

Un edificio donde el mal se desata de la manera más atroz, depravada e imprevisible.

Secretos que convierten el día a día en una infame rutina.
Secretos sin escrúpulos que siembran de pánico tu existencia.
Secretos que esconden el verdadero infierno de la vida, y que perduran ocultos sin ningún tipo de castigo... hasta esta noche.

Esta noche, alguien va a descubrir esos secretos.

¿Estás preparado para conocer la verdad?

Primer punto a señalar: en su estructura macro obliga al lector a ponerse la conocida gorra de Sherlock Holmes, simplemente por su estilo narrativo original. La historia se basa en una serie de llamadas telefónicas, audios de estaciones de radio, y también comunicaciones radiales de la policía. La primera sensación que me llevé al comenzar a leer este libro, es sentirme un investigador al leer llamadas tras llamadas con sus respectivos emisores, números de teléfono, duración de las llamadas, y sus contextos. Comienzas de a poco a atar hilos de quien conoce a quien, que hacen de sus vidas, sus secretos, a que se dedican. Como si te infiltraras en la policía y leyeras un expediente entero.

Segundo punto: la obra consta de reseñas y guiños a películas conocidas, que no las diré ya que tendrán que leer el libro para averígualo.

Tercer punto: a esos lectores nerviosos que les gusta leer rápido. Si, a ti, que te pierdes del mundo sumergido en qué está sucediendo y ya quieres saber cómo termina mientras te comes las uñas. Tranquilo, lee despacio, disfrútalo. Esto se lee con clama y MUCHA ATENCIÓN. Esto no se lee, se lee y analiza, entiende la historia y enlaza los sucesos con los personajes. Y leerlo de noche, en la cama, en silencio, lo valdrá.

Para redondear la reseña, 5 estrellas, pero no es su única obra, he visto por ahí que tiene otros libros de estilos similares, pues a conocer más al autor.

Puedes adquirir sus obras en Amazon, tanto en digital, tapa blanda o tapa dura: https://rxe.me/S7D1HK

NOTA: si quieres su libro firmado con dedicatoria y con extras comunícate con él en privado y hará el envío.







Biografía: Carlos Navas Martínez-Márquez nace en Madrid un 28 de Febrero de 1974, aunque su sangre y andadura profesional se reparten entre Madrid, Las Palmas de Gran Canaria y Málaga, donde reside y trabaja actualmente. Es licenciado en Ciencias Empresariales por la Universidad de Málaga; así como administrador de "La Web del Terror", una página de facebook con contenidos relacionados con el terror, la fantasía y el género fantástico en general.