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❌Sufrí El ATAQUE de un SUCUBO | HISTORIAS DE TERROR

De un mes al otro, Roberto no era nada de lo que era antes. Adelgazó quedando a los huesos, la ropa le quedaba holgada, y caminaba con lentitud. Su aspecto era enfermizo, y en cuanto lo vi así, la empatía de mi parte actúo al instante. Me acerqué a él preocupado por su condición, le pregunté por su salud y me contó que iba de mal en peor. Me habló de que todo comenzó con una anemia sin razón aparente. A pesar de comer bien, su peso fue bajando. Sufría de mareos y en sus análisis todos los indicadores le daban negativo. Baja azúcar, hierro, plaquetas, todo mal. Pensaron que tenía alguna enfermedad autoinmune, pero no encontraron nada. Le realizaron análisis de sangre, orina, pruebas para encontrar cáncer, virus, e incluso algún parásito. Nada. Para la ciencia, no había una explicación a su malestar. Solo estaba débil y ya. Traté de estar pendiente de Roberto, ya que, casi no tenía familia que lo acompañara. No es que me llevara bien con él o que fuésemos grandes amigos, pero ver a un sujeto tan grande, tan fuerte, ser tan golpeado por la vida, fue como si ese golpe me llegara a mí. Roberto, para mí, era como un titán que no merecía estar tan débil y que debía de recuperar su lugar.





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