Muchos prometen ofrendas, otros prometen con acciones. Lo importante es hacerlo con fe, y no abusar de ello. A La Santa Muerte se la venera por lealtad, por fidelidad, por amor. No por conveniencia. Todas estas cosas que les digo pueden que sean obvias. Pero, a pesar de ser evidentes, muchos lo olvidan justo en el momento de actuar. Mejor dicho, muchos lo olvidamos. Dejamos las copas a un lado y comenzamos a besarnos. Poco a poco la temperatura fue elevándose entre nosotros. Pero, algo falló. Y es que no pude activar la situación ahí abajo. Suena cómico que haya pasado eso, pero yo me asusté porque acababa de romper mi promesa. Voy a ser honesto con ustedes. No sé si fue un acto de La Santa Muerte por romper mi promesa, o si fueron mis nervios que provocaron esa situación. Hasta el día de hoy estoy con dudas. Después de la noche más vergonzosa de mi vida me fui a casa con las manos vacías. Hice hambre y no comí, como decía un viejo amigo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario