—Mi madre desde hace dos meses me pide que me separe de ti —confes贸 mi esposa.
Quer铆a a esa vieja crucificada cuando escuch茅 esas palabras salir por la boca de mi esposa. Ella trat贸 de calmarme, pero no era f谩cil. Incluso le mand茅 a decir por mi esposa que en casa no entrara nunca m谩s.
Luego de entrar un poco raz贸n y estar m谩s tranquilo, mi esposa me explic贸 por qu茅 su madre le dijo eso. Resulta que estaba algo mal de salud y supuestamente palabras de su madre, no quer铆a irse a la tumba sin ver un nieto. Crey贸 que lo mejor para ella ser铆a buscar a otro hombre que le hiciera un hijo. Para aquella mujer era como si mi esposa fuese una gallina a la que hab铆a que buscarle un gallo...
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